Durante 2019 la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) ‘sacó la lupa’ y a través del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor ‘balconeó’ a las marcas de alimentos que no cumplen con lo que prometen en su etiqueta, por tal motivo, el periódico MILENIO se dio a la tarea de hacer un recuento de estos productos para que la próxima vez que vayas hacer tu lista de compras los tengas presente y sepas qué observar en el etiquetado.
Quesos que no son quesos
El febrero de este año, el organismo que dirige Ricardo Sheffield Padilla, después de analizar 16 marcas presentes en los supermercados de México y que se ofertan como queso, encontró que la mayoría son imitación de queso cotija, ya que agregan grasa vegetal en su elaboración y no leche animal como debería de utilizarse para este producto.
A excepción de la marca San Joaquín que tiene la grasa característica de la leche, todos los demás productos evaluados presentan adición de grasa vegetal, usando indebidamente la denominación queso, son imitaciones que emplean aceites vegetales o bien, grasas hidrogenadas o parcialmente hidrogenadas, en algunas de estas últimas pueden aparecer las grasas trans como resultado de añadir hidrógeno a algunos aceites vegetales”.
Entre las marcas que son imitación de queso cotija se encuentran: Del Parral, Del Abuelo, Golden hills y Valley Foods
¿Qué es el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor?
De acuerdo con la Profeco, el Laboratorio Nacional de Protección a las consumidoras y los consumidores se dedica a elaborar estudios de calidad de productos de consumo generalizado y de impacto en la nutrición, seguridad y economía, en respuesta a las solicitudes de ciudadanos que realizan sus solicitudes al organismo.
Soya con atún
En un estudio revelado por la procuraduría en marzo de este año, el organismo encontró que 18 de las 57 presentaciones de atún analizadas contienen soya, cada una con diferente porcentaje de soya que va del 1 al 62 por ciento del contendido, esto sin que se precise al consumidor la cantidad, refirió en la revista del consumidor de marzo de este año. El atún aleta amarilla con proteína de soya en agua y aceite, Aurrera es el que contó con mayor cantidad de soya con un 62 por ciento, por lo que los mexicanos comprarían “soya con atún”, especificó. Entre las marcas que también presentaban un porcentaje elevado de soya se encuentran: Tuny, Dolores, Calmex y Great Value.
Aguas alcalinas, sin beneficios extras
En el caso de las “aguas milagro”, el Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor realizó un estudio de calidad a 22 presentaciones de agua alcalina que hay en el mercado, y encontró que 19 ofrecen beneficios en sus presentaciones que no fueron demostrados, indicó la Profeco en su estudio de abril. Expuso que en la revisión, “no se encontraron estudios científicos que demuestren o establezcan diferencias entre el agua para consumo humano de uso generalizado y la denominada agua alcalina”. Entre las marcas que no demostraron lo que prometían en sus etiquetas se encuentran: Energie, Novaliv Zoe y Gym Water
¿Leche de coco o leche de vaca?
Las bebidas vegetales, aclara la Profeco, erróneamente se confunden con “leches”, por su uso similar; sin embargo, encontró que muchas de éstas tienen publicidad engañosa, ya que prometen igual o más proteínas que un lácteo, alertó el organismo en su estudio revelado en mayo. Tras el estudio de calidad que realizó a 22 presentaciones de bebidas vegetales denominadas alimentos líquidos o bebidas de coco, arroz, soya, almendra, avena y coco con almendra que se difundió el 11 de marzo, se encontró que éstas “aportan menos nutrimento” que la leche de vaca y su precio es mayor. Entre las marcas con esta publicidad se encuentran: Calahua, Coconut Milk, Lala y Soy vita Ades.
Aceites vegetales ¿adulterados?
El organismo dirigido por Sheffield Padilla analizó 32 aceites comestibles de aguacate, ajonjolí, cacahuate y uva, y encontró que ocho de ellos están “adulterados”, por lo que no cumplen a los consumidores, dio a conocer la Profeco el pasado de septiembre “El hallazgo principal del estudio es que en 8 productos, se encontró que los aceites no son puros, 4 de aguacate, 3 de ajonjolí y 1 de uva, y si bien no representan riesgos para la salud de los consumidores, hay engaño, pues el producto no es lo que oferta”, detalló
Entre loas marcas adulteradas de aceite se encuentran: San Lucas, aceite de pepita de uva, de 500 ml. Cate de mi corazón, aceite de aguacate Mediterráneo, de 250 ml.
¿Carne o pellejo de hamburguesa?
En este caso, la Profeco puso 35 productos a analizar para saber si cumplían con la promesa de ser de carne de res o de pollo; sin embargo, encontró soya y pellejo en algunos de ellos. “Las que ostentan solo res contienen entre 90 y 96 por ciento de res. Los que presumen de incluir pollo contienen entre 39 y 74 por ciento de pollo. Las que dicen contener res y cerdo contienen de 41 a 75 por ciento y de 11 a 38 por ciento, respectivamente”, detalló la Profeco en su estudio revelado en octubre. Entre las marcas que no cumplen con su etiquetado se encuentran: American Beef Steak burger Arrachera: Bachoco Trosi Hamburguesa Arrachera Del Día Hamburguesas de pollo Great Value Arrachera .
¿Qué opinas?
Fuente: Milenio
